En las oficinas de Estados Unidos, el problema del robo de alimentos de los refrigeradores es muy grave. Lo que impulsa a estos ladrones no siempre está claro. Un empleado, después de haber olvidado su almuerzo en casa, roba a un extraño, algunos, por lo tanto, ahorran, pero hay algunos a los que les gusta. En 2008, un recurso de Internet realizó una encuesta a los empleados del centro de oficinas. El 98% de los participantes cree que la peor mala conducta en la oficina es el robo del almuerzo de otra persona.
Muchas personas están involucradas en este problema; ya se inventó una forma de resolverlo. A Sherva Flory se le ocurrió una bolsa para sándwiches, en la que las esporas de hongos y moho están pintadas con pintura, un ladrón definitivamente no invadirá ese sándwich. Pero solo este método de tratar con ladrones no debe detenerse.
Kevin Tassi, que vive en Las Vegas, inventó un contenedor de alimentos que protege contra los ladrones de oficinas. Una vez, Kevin fue al refrigerador a comer algo y, para su sorpresa, descubrió que no había productos. El ego no es honesto, todos los colegas se sentaron y ahora seguirá hambriento. Kevin comenzó a pensar en este problema y pronto la respuesta estuvo lista. Se le ocurrió un contenedor de alimentos que protege contra los ladrones de oficina. Lo llamó Fridge Locker y decidió lanzarlo en producción en masa.
Sin pensarlo dos veces, Kevin comenzó a buscar una compañía que pudiera hacer realidad su idea y encontró una en San Diego. Esta compañía lo ayudó a desarrollar finalmente el diseño y lanzar la producción y promover los productos.
Este tipo de contenedor está hecho de poliuretano y tiene una cerradura de hierro. La combinación de ligereza y resistencia hace que el mercado sea aún más exitoso. Los contenedores vienen en tamaños estándar de 7.5x7, 5x11, lo cual es muy conveniente porque dicho contenedor cabe en cualquier refrigerador y ahorra alimentos. Tal contenedor se puede usar en diversas situaciones cuando necesita ocultar algo de los niños, así como en hospitales y otros lugares públicos, por supuesto, en oficinas.
Dichos contenedores se venden a través de recursos en línea y subastas. También lanzó publicidad en televisión, periódicos y diversos recursos de Internet para trabajadores de oficina.