Dependiendo del tipo de mandato, el diputado tiene o no puede actuar únicamente según sus propias convicciones, tiene o no tiene responsabilidad ante los votantes. Hoy, se distinguen dos categorías principales. El derecho constitucional reconoce un mandato de diputado libre y perentorio. Consideremos con más detalle cuáles son.
Mandato imperativo de un diputado
Es una regla según la cual un miembro electo de un organismo representativo está obligado por las órdenes de los ciudadanos que votan por él y es responsable ante ellos en el curso de la realización de todas sus actividades. Junto con esto, se corrigió la posibilidad de un retiro anticipado de aquellos que no estaban a la altura de las esperanzas de los votantes.
Antecedentes historicos
Un mandato imperativo ha estado vigente desde la Edad Media. En ese momento, los principales derechos políticos fueron otorgados a condados, uniones comunales, ciudades. En este sentido, los diputados de estas entidades defendieron solo sus intereses. Típicamente, el representante recibió de la comunidad que lo eligió la "orden", una instrucción que el diputado debía seguir. En caso de incumplimiento de los requisitos, las entidades anteriores tenían el derecho no solo de recuperar al elegido, sino también de recuperar el daño a la propiedad de él.
Posteriormente, apareció el sufragio universal y aumentó el número de representantes. Bajo el nuevo sistema, un mandato imperativo se ha vuelto ineficaz. Esto se debió al hecho de que las "órdenes" ralentizaron la actividad del organismo representativo y, en algunos casos, hicieron imposible el funcionamiento.
Nuevo orden
Durante la Gran Revolución, la Asamblea Nacional francesa eximió a sus representantes del recibo obligatorio de "órdenes" por parte de ellos. Esta orden fue introducida por los Decretos del 23 de junio y del 8 de julio de 1789. En el mismo año, el 22 de diciembre, se aprobó otra ley que prohíbe las instrucciones para períodos futuros. Desde entonces, el rechazo de las "órdenes", la responsabilidad de los diputados ante los votantes y la exclusión de la posibilidad de revocación se convirtieron en principios generales del derecho constitucional en los estados democráticos.
Mayor desarrollo
Existía un mandato imperativo en los estados socialistas, principalmente en la URSS. El inicio oficial de las reglas fue establecido por la adopción del Decreto del Comité Ejecutivo Central de toda Rusia en 1917. La idea de crear dicho documento fue tomada de documentos adoptados por la Comuna de París en 1870. Los miembros elegidos incluidos en él estaban obligados a cumplir estrictamente las instrucciones estrictas y podían ser reemplazados en cualquier momento. En la formación de los fundamentos constitucionales de la URSS, un mandato imperativo de los miembros de los soviéticos en todos los niveles apareció como una de las manifestaciones de un tipo más alto y nuevo de socialdemocracia representativa.
Elementos principales
El imperativo mandato adjunto en el estado soviético incluía:
- Obligación de ejecutar órdenes dadas por los votantes.
- Informes periódicos estrictos sobre su trabajo y las actividades del organismo representativo para la implementación de los requisitos.
- El derecho de los votantes a retirar diputados si estos últimos no han justificado la confianza.
Por lo tanto, se asumió un control constante sobre el trabajo de los miembros del cuerpo representativo por parte de quienes los eligieron.
La formación de la democracia parlamentaria en Europa.
En una cierta etapa de desarrollo, surgió la teoría de la separación de poderes. Junto con esto, había una necesidad de elecciones libres. Todo esto predeterminó la formación de una nueva institución. Fue para garantizar el estatus especial de los miembros del cuerpo representativo, la independencia y la falta de responsabilidad hacia los votantes.Como resultado, el principio del libre mandato se estableció en el marco de la doctrina constitucional europea. Es decir, la independencia de los elegidos se expresó en ausencia de un procedimiento de destitución. La consolidación del nuevo orden asumió que el parlamento actúa como una institución del poder estatal, que ha delegado autoridad para ejercer la soberanía en nombre de toda la nación. Esto lleva a la conclusión de que las instrucciones a los diputados son nulas, ya que no son representantes de un distrito específico, sino de toda la nación.
Representación nacional
Como resultado de los cambios anteriores, se ha establecido una nueva idea. El territorio fue reemplazado por la representación nacional. Su esencia era la expresión por parte de los diputados de la voluntad de todo el pueblo, con la soberanía del estado. Al mismo tiempo, la representación nacional, al tiempo que negaba una interacción dura con los votantes y el control de este último sobre las actividades del parlamentario, se convirtió en un conductor de los intereses locales, que, a su vez, se consideraron a través de los intereses nacionales.
Mandato libre e imperativo: comparativo
En la teoría extranjera del estado y el derecho, se observan varias ventajas de la representación nacional. En particular:
- Un mandato libre le da al diputado más oportunidades para mejorar aún más la profesionalidad. Un parlamentario que confía en que trabajará sin la amenaza de destitución puede expresar su posición de manera más independiente y abierta.
- La transferencia de poderes para ejercer el poder al cuerpo de diputados permite transferir la intensidad de la lucha a los muros parlamentarios. Esto, a su vez, reduce el riesgo de una confrontación directa en la sociedad misma.
- La representación nacional ayuda a neutralizar el cabildeo regional.
Los científicos estatales soviéticos, a su vez, demostraron la necesidad de usar solo un mandato imperativo, citaron como argumento la falta de representación libre, que consiste en la ausencia legal de una dependencia parlamentaria responsable. Dijeron que si el procedimiento de destitución no está fijado en la legislación nacional y no se reconoce a la institución pertinente, tal situación conduce a la irresponsabilidad absoluta del representante del pueblo y excluye cualquier conexión con el votante. Sin embargo, en la práctica, el parlamentario está en estrecho contacto con el electorado. Al mismo tiempo, varias reuniones, correspondencia e informes regulares toman bastante tiempo. Y, como regla, tal relación no existe porque tal requisito está establecido por ley. El diputado busca mantener la confianza de los elegidos y, por lo tanto, entra en contacto con ellos.